martes, 18 de noviembre de 2008

SOBRE LA ANOREXIA NERVIOSA (AN)

Ayer me comentaba un amigo mío que andaba preocupado últimamente por su hija adolescente, la había visto vomitar varias veces y se asustó muchísimo porque lo achacó a que ella había engordado en los últimos tiempos. Pensó, como todo padre que se preocupa, que podría padecer algún transtorno de la conducta alimentaria, tipo anorexia nerviosa (AN) o bulimia nerviosa (BN), al tiempo que reconocía lo duro que es ser padre a veces.

Por mi parte, y desde la perspectiva de mi profesión, sólo quiero recordar unas pocas cosas que puedan servir de ayuda, pero no sólo a los padres, que son los que generalmente lo ven,o piensan que puede ser posible, sino a los propios enfermos que puedan sentirse identificados con lo que pueda decir.

En primer lugar quiero aclarar el concepto, lo que desde el punto de vista sanitario sabemos:
¿Qué es la anorexia nerviosa?

La AN forma parte de un grupo de trastornos caracterizados por una alteración del comportamiento alimentario (TCA) y que engloba también la bulimia y los trastornos de la conducta alimentaria no especificados (TCANE). El médico se guiará siempre para diagnosticarlo en una serie de criterios divididos en dos grupos: lo de la DSM IV y los del CIE-10, dos organismos que se dedican precisamente a unificar los criterios que ayudan al diagnóstico de las enfermedades mentales.

Los criterios diagnósticos del DSM IV son:
  • Rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla (peso inferior al 85% del esperado, no ganancia del peso esperado en prepúberes).
  • Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso.
  • Alteración de la percepción del peso o la silueta corporales, exageración de su importancia en la autoevaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal.
  • En mujeres pospuberales, presencia de amenorrea (ausencia de al menos tres ciclos consecutivos).
Los criterios diagnósticos del CIE-10 son:
  • Pérdida de peso significativa. En prepúberes, fracaso en la ganancia de peso esperable.
  • La pérdida de peso es autoinducida mediante evitación de alimentos que engorden y dos o más de los siguientes síntomas: vómitos autoinducidos, toma de laxantes, exceso de ejercicio físico, uso de inhibidores del apetito y/o diuréticos.
  • Una psicopatología específica según la cual persiste como idea sobrevalorada e intrusiva el horror a la gordura y/o la flacidez, y la paciente se impone un umbral de bajo peso.
  • Un trastorno que involucra el eje hipotálamo-hipofisario-gonadal que se manifiesta en la mujer como amenorrea y en el varón como falta de interés sexual e impotencia. Puede haber niveles elevados de GH y cortisol, cambios en el metabolismo periférico de la hormona tiroidea y anormalidades en la secreción de insulina.
  • Si la aparición es prepuberal, se interrumpe el crecimiento. En las niñas no se desarrollan los pechos y hay amenorrea primaria, en los niños los genitales permanecen juveniles. Con la recuperación generalmente se completa la pubertad pero se retrasa la menarquia.
¿Cómo diagnosticarla?

Generalmente son familiares, amigos o profesores los que demandan ayuda, casi nunca el paciente. Los signos y síntomas que nos harán sospecharla son:

  • Pérdida de peso.
  • Sentimiento de estar gorda, con un peso adecuado o incluso menor al esperable, y con fuerte deseo de seguir adelgazando
  • Retraso en el crecimiento en niños y adolescentes
  • Amenorrea o irregularidades en la menstruación
  • Lanugo
  • Ejercicio físico abusivo
  • Uso de tallas grandes de ropa, usar sobre todo pantalones
  • Evitar comer en compañía y comidas familiares
  • Desaparecer después de las comidas
  • Trocear en pequeños fragmentos la comida y distribuirla por el plato
  • Aislamiento social
  • Supervisión del contenido en calorías de todo lo que comen
  • Comer solo alimentos bajos en calorías
  • Tomar diuréticos o laxantes
Y si os sirve para tranquilizaros, o para buscar ayuda en algún momento aquí os dejo el enlace con más información sobre el tratamiento, los niveles de atención y el pronóstico de esta enfermedad.

Respecto a mi amigo, decirle desde aquí que el tema es complicado, que va por el buen camino, ha cogido el toro por los cuernos, que no se desanime y que es importante pedir ayuda.
Desde mi humilde blog quiero aportar mi grano de arena hablando sobre un tema tan importante que no se puede pasar por alto, bajo mi punto de vista, ya que hoy día la mínima sospecha no es bueno pasarla por alto.

12 comentarios:

RASC dijo...

Supongo que es de esas cosas que piensas que nunca pueden pasarte a ti o a algún amigo y/o conocido.
Hasta que ocurren.
Una buena manera de afrontarlas es leyendo a conciencia tu post científico :)

Jack Hammer dijo...

Hace poco me contaban unos jóvenes que los padres de algunas amigas o familiares suyas habían optado por la solución cómoda, es decir, mirar para otro lado tanto en este asunto como en los demás potenciales peligros. Yo, desde luego no pienso dimitir de padre, aunque me cueste estar todo el día pendiente de los míos.

Eso sí, sin dramatizar las cosas, que en mayor o menor medida todos hemos hecho barrabasadas de adolescentes. Un hijo tiene que entender que un castigo es un entrenamiento para reconducir un hábito. Un hábito es una estructura neurológica, una red neural que se ha creado en la interacción con el ambiente, de modo que de nada sirven los buenos propósitos, las excusas y las promesas de no reincidencia. Son necesarios más de dos meses para debilitar una estructura de hábito erróneo y fortalecer la del hábito correcto. Así que paciencia, mucha paciencia, sin culpabilizar, que así se demuestra el amor paterno, no volcando nuestras iras y frustraciones sobre ellos.

Mr. X dijo...

Yo reconozco que en mí mismo me identifico en algunos aspectos con los síntomas expresados en este post. Por mucho que me digan que ahora estoy bien, he creado una psicosis con el hecho de estar gordo... no obstante, aunque lo sigo pensando, soy consciente de que para nada hay que hacer barbaridades con el fin de acabar sintiendote bien contigo mismo. Entiendo la importancia de una buena alimentación, pero la obsesión sigue ahí latente...
De todas formas, hay que enfrentar el tema con la importancia que tiene, y asesorándose con profesionales para vencer la situación del todo.
Mucha suerte.

Mery Jane dijo...

Muy bien pensado y aplicado por tu parte Maestro, pero no hay que olvidar pedir la ayuda adecuada si se cree necesaria, ante la mínima duda.

Mery Jane dijo...

Cariño, no es infrecuente que la gente se sienta como dices, de hecho suele decirse que todos tenemos alguna vez algún síntoma de cualquier enfermedad mental, pero de lo fisiológico a lo patológico hay un trecho, así que tranquilo cielo, que para eso tienes una enfermera bien cerquita ;).

Mr. X dijo...

Ok, pues a tí me encomiendo.... ahora si me vuelvo patológico de esos, a tí la responsabilidad... jejeje. ;-)

GUAPAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!.

Miss Perseidas en continuo desvarío dijo...

No puedo imaginarme el sufrimiento que deben de padecer algunas personas que les afecta de tal forma que son capaces, en algunos casos, de terminar con su propia vida, obviamente no deben de ser conscientes, algo les perturba tanto, que la salud es suplementaria. Como digo, no puedo imaginármelo.

Yo soy una persona que ha de estar constantemente controlando el peso, pues soy una "gran mujer", y muchas veces no podía entender que chicas que pesaban 50 kilos, y que para mi estaban más que flacas, pudieran verse gordas, me parecía injusto pues a mi me costaba mucho poder mantener un peso normal que además es muy superior, pero claro, yo no tengo una constitución pequeña ni delgada, sino jamonorra. Un día descubrí que cada persona tiene un peso ideal y que en personas pequeñas un descontrol de 2 kilos, les produce ciertos transtornos, no lo entendía porque para mí tener la regla es fluctuar en 2-3 kilos, ahora lo comprendo, mis 2-3 kilos, es medio para una de estas chicas.

En muchas ocasiones, la sociedad no ayuda nada, alimenta esas obsesiones vendiéndonos el prototipo de chica ideal con mujeres extra-delgadas e insálubres, sólo que el maquillaje hace milagros. En jóvenes que no han entendido todavía los riesgos que tienen, que no quieren más que agradar a su entorno, se puede dar con mucha facilidad. Y eso no es lo más grave, yo he visto a una madre, supongo que incoscientemente, inducir a sus hijas a estas conductas, diciéndoles, que están gordas!!! cuando no lo están.

Siempre he pensado que un par de kilos de más, sientan más bien que mal, y nunca invitaría a nadie a dejar de comer. Desde luego cuanta más infomrmación haya al respecto mejor. Es complejo.

Mery Jane dijo...

Lo peor de estas enfermedades es que los pacientes se guían siempre por estereotipos sociales antes que por lo que mejor les conviene, muchas veces es mucho mejor estar un par de kilos por encima del ideal que estar delgado.
Lo importante Perseidas es que la gente esté a gusto consigo mismo/a, es un problema de distorsión de la imagen corporal.

Fíjate en las sudacas, tienen culos respingones, curvas, michelines...y no sólo no los esconden sino que los realzan,presumen de esos rasgos. Hay culturas en las que es todo lo contrario al mundo desarrollado, los hombres las prefieren gorditas ggg. ¿Curioso verdad?

Una cosa es estar obeso o en sobrepeso, según el IMC, que eso sí que te puede dar problemas importantes de salud a todos los niveles...y otra cosa es verte gorda si no lo estás realmente.

Estáte a gusto contigo misma Perse, piensa que mientras estés bien de salud, que no te digan que por tener esos kilos de más vas a tener problemas, debes hacer lo que te haga sentir bien ok?

Miss Perseidas en continuo desvarío dijo...

Yo intento transmitirle a la gente eso, que lo más importante es verse bien, que pa gustos, colores, si te gustas a ti mismo, gustas a los demás, es lo que transmites y la inmensa mayoría intenta aceptarse a pesar de los defectillos que todos tenemos, aunque también te digo que con el paso de los años, es mucho más fácil. Seguro que tu recibiste aquel mail de las fases de la mujer, en que de adolescente todo te parece mal, tu cuerpo, tu piel, tu pelo, todo, y conforme pasaban las décadas, vas aceptando las cosas y aprendes a sacarte el mejor partido, etc ... Eso es lo malo, pocas mujeres maduras verás que sean anoréxicas, casi todas son adolescentes, porque están pasando por la segunda fase, la etapa de aceptación de uno mismo más crítica y vulnerable, y el entorno, como ya hemos comentado, no ayuda; como madre/padre, si no estás al loro, pues ....

Jejeje, ¿tu has oído ese dicho que dice (valga la redundancia): "No tienes abuela"?

Pues esa soy yo, muy presumida y resultona, ;-) Ahora no tengo problemas, ni los tenía cuando cogí mucho peso en unos años, quiero decir que de salud podría tenerlos, pero yo conmigo misma, ninguno, ahora me los estoy quitando (me quedan unos poco na más), y la verdad, me veo estupenda, ya te digo, no tengo abuela. Aún me miran por la calle, jajaja!!

Eso me decía mi tía cuando me enfadaba con el típico obrero de la construcción que ya sabes, suelta perlas por la boca, y ella me decía, no te quejes que a mi ya ni me miran, entonces comprendí.

Jack Hammer dijo...

Os recuerdo que mañana 20N hay una campaña contra la pornografía infantil, estaría bien que el que no lo ha hecho ya, ponga en su Blog la imagen de la campaña con el enlace y escriba un post tal y como se explica allí.

Mary White dijo...

Hola Mery!! Oye este tema es muy interesante. Aunque se trata más habitualmente la anorexia de crías y jovencitas, porque es un drama terrible, a mí me interesaría mucho si tuvieras información sobre los trastornos alimenticios (que deben ser como mutaciones de la anorexia y de la bulimia) entre mujeres ya mayores, de 30-45 años. Cada vez observo más compañeras, amigas, etc. que no es que tengan obsesión por el peso... es que hacen verdaderas barbaridades por marcar huesos, y están absolutamente amargadas por el tema. Alguna vez he oído hablar de ello a alguna amiga psicóloga que tengo que tiene pacientes de cierta edad con trastornos de alimentación y algunas con anorexia, que aflora en la edad madura.
El problema es que a la menor la puedes ingresar,pero a una mujer de 35, de 40 con trabajo y una enfermedad como esa que te invita a ocultar comportamientos, que te ciega, etc. pues es difícil ayudarla. Y hasta que no están verdaderamente mal y si tienen la suerte de reconocer que necesitan ayuda... no hay nada que hacer.

Oye... ¿por qué no pones tu correo en el perfil,please?

Besooos!!

Mery Jane dijo...

Hola Mary!

Me alegro de tu visita a mi blog, me planteas una interesante cuestión digna de consultar, la verdad, no sólo por la dificultad que entraña el tratamiento de este tipo de trastornos a cualquier edad, sino porque, como tú bien dices, parece que por el hecho de darse más frecuentemente en jóvenes, en edades maduras puede parecer algo diferente...Y no, los trastornos alimenticios son los mismos, pero cambia un poco el tratamiento, más que nada porque no es lo mismo tener enfrente a una jovencita adolescente que a una señora con otro tipo de problemas en su vida, es decir, el enfoque a mi entender debe ser diferente, pero el trasfondo no cambia.

De todas formas, consultaré lo que me planteas con mucho gusto ;).