Esto me dio qué pensar porque, en primer lugar, más bien empezaríamos la vida según Quino despertando de la muerte, aunque sería un despertar diferente al de por las mañanas...
¿Os imagináis cómo veríamos la vida? ¿Y cómo naceríamos? ¿Con sabiduría para ir perdiéndola con la edad hasta llegar a la matriz materna? La verdad es que no sé qué sería mejor...dependerá de cada uno, pero pensar que el sentido del fin de la vida sea un orgasmo...no sonará mal para algunos supongo.
Realmente se matizarían muchas cosas porque cada uno pensará diferente sobre cómo serían, interesante tema de discusión si se nos plantease en serio. Pero,...¿Y eso de estudiar después de trabajar?¿Se estudiaría cada año menos, no? No suena del todo mal...Creo que realmente la vida sería mejor, nos aseguraríamos una muerte feliz, sin sufrimientos y con dignidad. Pero...
¿Y cómo nos meteríamos de nuevo en el útero materno? ¿Por la cabeza o por los pies? ¿Con epidural o sin ella? ....Debe ser chunguísimo (perdonad la expresión) invertir el proceso del parto,la verdad...y no os digo nada el embarazo en sí hasta llegar al orgasmo. Es decir, ¡el proceso invertido de la vida sería tan chungo como la vida misma! Ciertamente, ¿merecería la pena Sr. Quino? ¿Lo cree de veras? El sentido de la vida sería un efímero y placentero orgasmo...¿Y luego qué? Supongo que sería algo parecido a la muerte porque dejas de existir...así, sin más.
Otra cosa: desde el punto de vista médico, ¿cómo narices desaparecerían los órganos fetales durante el embarazo? ¿Sería un desarrollo hacia atrás para terminar diluyéndose sin más?
Interesante...
La muerte forma parte de la vida, qué más da al principio que al final que dirán algunos, pero realmente, por mucho que queramos cambiarlo y prolongar la vida, la muerte siempre llega, a veces inesperadamente, sufriendo o no. Eso sí lo sé, para mí no hay duda, porque forma parte de mi trabajo y, por desgracia, ya me he acostumbrado al proceso de la enfermedad y la muerte, y sé distinguir ciertas situaciones críticas respecto a eso.
Bueno, todo esto y mucho más he cavilado gracias al dichoso email. Empecé riéndome, claro está, ya que es el propósito del susodicho, y más yo que soy de sonrisa fácil; luego mi cabeza empezó a dar vueltas con múltiples ideas ridículas relativas a mi trabajo, y así sucesivamente hasta que decidí un "¡basta!" momentáneo.
He releído el email muchas veces, y siempre acabo pensando alguna ridiculez, como que mi profesión no existiría y cosas así.
Por eso, a partir de ahora, queda en vuestras manos. Admito sugerencias y agradezco más ideas, a ver qué dice vuestra imaginación...
Pensad: ¿Cómo sería vuestra "vida según Quino"?
9 comentarios:
Morir es nacer pero al revés. Planteas el tema en serio, contra la costumbre en muchos blogs (el mío lo llevo bastante en serio, por eso me leen pocos).
El tema tanatológico escapa al tratamiento en un blog, como digo. Sin embargo, espero que el día de mi muerte sea el más feliz de mi vida...
...Sin contestar a tu pregunta, claro, porque el pensamiento de Quino no deja lugar mas que a la sonrisa.
Realmente no es que me plantee el tema en serio PeleÓn; todo lo contrario, mis pensamientos han sido más bien, como he dicho, ridículos.
Pero tienes razón en que el tema escapa al tratamiento en un blog, por muy serio que sea.
Pero no me digas que no da que pensar...
Espero sinceramente que se cumpla tu deseo sobre la muerte. Seguro que es como esperas.
En el fondo, y sin falta de pensar mucho, nos podemos dar cuenta de que la vida es capicúa, es decir, no existes, existes, no existes... tal vez para los creyentes como nosotros el hecho de creer en una vida más allá de la muerte al final, y no al principio, le de cierto toque diferente, pero en síntesis sería así.
Claro está, que la vida segun Quino es más bien fruto de una paja mental con objeto de arrancar una sonrisa, porque como bien dices, analizando su superteoría, ésta hace aguas por todas partes.
Sería bueno ser cada vez más joven, sano y fuerte... pero también perderías sabiduría, madurez... no sé... es complicado.
Razón tienes Kent, cielo mío, razón tienes...
Buen pensamiento ése tuyo de que la vida es capicúa, no lo había pensado antes ggg.
Estraordinario e imaginativo ejercicio mental el que hoy nos propones, estimada Mery Jane.
En ese mundo antihorario escucharíamos reflexiones tales como :"Cuando sea mayor, quiero ser el niño más feliz del mundo", y similares.
Y , no lo dudes, estimada amiga, todos sentiríamos un miedo atroz ante el definitivo e irreversible orgasmo final...aunque se nos olvidaría durante la lactancia.
No sé que ha pasado hoy, que he colgao un coment aquí y otro en el blog de maestro, y no ha salido ninguno... joooo. pues ya no me acuerdo.
Algo así como que prefiero la ley de vida que conocemos, envejecer con dignidad, e ir adquiriendo experiencia a lo largo de los años, y luego al hoyo, nada de al útero de nuevo...
Que estaba de acuerdo con Kent, en que más parece una pajilla mental, o quizá inspirado por los síntomasy efectos que producen el alzheimer o la senilidad, que parece que uno vuelve a ser niño.
Tranqui Perse, lo de los comentarios a veces pasa...
No es que PAREZCA una paja mental, es que ES una GRAN paja mental.
Pero da qué pensar... ;).
No es por sorprender respecto a lo de capicúa, pero para vuestra curiosidad, y respetando todas las creencias, no sólo hay un mundo espiritual tras la muerte, sino también previo al nacimiento.
Toda la materia y energía provienen del Big Bang; la conciencia no, la conciencia, que reside en alguna otra parte, se condensa en el cuerpo conforme se forma y madura.
El tiempo es otro accidente, otra singularidad, que la conciencia tan sólo percibe como tal mientras está alojada en ese taxi provisional que llamamos cuerpo y que no soy yo, sino un pegotillo circunstancial.
Espero que, cuando llegue a 3º ó 4º de Alzheimer empiece a disfrutar como un niño, y no me coma el tarro como ahora, que casi no me aguanto.
PeleÓn, realmente te dejarás de comer el tarro, pero por tu bien deberías intentarlo antes, es lo mejor para tu salud mental.
Respecto a lo del capicúa que refieres...no sé, quién sabe, puede que tengas razón, pero a día de hoy no me preocupa en exceso. La verdad es que no me lo había planteado desde tu punto de vista.
Un cordial saludo.
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