"Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la privada.
Hay muchas formas de violencia contra la mujer, incluidos el abuso sexual, físico o emocional por la pareja; el abuso físico o sexual por familiares u otras personas; el acoso y el abuso sexual por figuras de autoridad (como profesores, funcionarios de policía o empleadores); el tráfico para trabajos forzados o explotación sexual; y prácticas tradicionales tales como los matrimonios forzados o infantiles; la violencia relacionada con la dote; y los homicidios por honor, en que se sacrifica a la mujer para proteger el honor familiar. Los abusos sexuales sistemáticos en las situaciones de conflicto son otra forma de violencia contra la mujer.
Efectos sobre la salud:
Las repercusiones en la salud pueden ser un resultado directo de la violencia o un efecto a largo plazo de la misma.
- Traumatismos: los abusos físicos y sexuales infligidos por la pareja conllevan traumatismos muy a menudo. La violencia de pareja es la principal causa de traumatismos no mortales entre las mujeres en los Estados Unidos.
- Muertes: las defunciones por violencia contra la mujer comprenden los asesinatos por honor (cometidos por familiares por razones culturales); el suicidio; el infanticidio femenino (asesinato de niñas lactantes); y las defunciones maternas por abortos inseguros.
- Salud sexual y reproductiva: la violencia contra la mujer se asocia a infecciones de transmisión sexual, como la infección por VIH/SIDA, los embarazos no deseados, problemas ginecológicos, abortos provocados, y problemas durante el embarazo, como el aborto espontáneo, un peso bajo al nacer y la muerte fetal.
- Comportamientos de riesgo: los abusos sexuales durante la infancia se asocian a tasas más altas de prácticas sexuales de riesgo (como la precocidad de la primera experiencia sexual, la promiscuidad y las relaciones sexuales sin protección), el uso de sustancias y una mayor victimización. Cada uno de esos comportamientos aumenta el riesgo de sufrir problemas de salud.
- Salud mental: la violencia y los abusos aumentan el riesgo de depresión, trastorno de estrés postraumático, insomnio, trastornos de los hábitos alimentarios y sufrimiento emocional.
- Salud física: los abusos pueden dar lugar a muchos problemas de salud, incluidas cefaleas, lumbalgias, dolores abdominales, fibromialgia, trastornos gastrointestinales, una movilidad limitada, y una mala salud general.
Factores de Riesgo:
Aunque los factores de riesgo varían, hay algunos rasgos que hacen más probable la violencia. Los factores de riesgo potenciales pueden clasificarse del siguiente modo:
- Individuales: entre los rasgos personales asociados a un mayor riesgo de violencia cabe citar los siguientes: la juventud, un estatus socioeconómico bajo, una historia de maltrato y de uso de sustancias, y, en el caso de la violencia de pareja, el tipo de compañero elegido. Los rasgos de la pareja que entrañan riesgo para las mujeres son el consumo de alcohol y drogas, un bajo nivel educativo, una actitud negativa hacia las mujeres, y el hecho de haber presenciado actos de violencia doméstica contra mujeres o de haber sufrido malos tratos de niño.
- Familia y parientes: en el seno de las familias, el riesgo de violencia aumenta con los conflictos conyugales, la dominación masculina, las dificultades económicas y las desavenencias familiares.
- Comunidad: dentro de las comunidades, el riesgo es mayor allí donde hay desigualdad por razón de género o falta cohesión comunitaria o recursos.
- Sociedad: a un nivel más general, el riesgo más elevado se da en las sociedades con normas tradicionales sobre el género o con falta de autonomía de las mujeres, allí donde se aplica una legislación restrictiva a la propiedad y la herencia de bienes, y en los casos de desintegración social por conflictos o desastres.
Datos y cifras
- La violencia contra la mujer constituye un importante problema de salud pública y una violación de los derechos humanos.
- La falta de acceso a la educación y a oportunidades y el bajo estatus social en la comunidad son factores relacionados con la violencia contra la mujer.
- La violencia de pareja es una de las formas más comunes de violencia contra la mujer.
- Muchos problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva y de salud materna se deben a la violencia contra la mujer.
- Muchas mujeres no buscan ayuda ni informan sobre sus experiencias cuando son víctimas de la violencia.
El maltrato prolongado (más de 5 años) ha sido considerablemente más frecuente en mujeres que en hombres. Estos datos coinciden con los datos de 2008 del Registro de Atención Sanitaria en Violencia contra las mujeres (en el que señala que el maltrato prolongado es 6 veces mayor en mujeres que en hombres.
En referencia a la edad del maltrato en mujeres, según la Encuesta de Salud es a partir de los 30 años cuando aumenta la frecuencia de mujeres que lo han sufrido durante más de 5 años, siendo más altas las frecuencias en los grupos de 45 a 64 años (5,1 %) y de mayores de 64 (4,8%).
El 1993, la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer señaló que esta violencia puede ser perpetrada por los agresores de ambos sexos, miembros de la familia e incluso el "Estado" en sí mismo".
Si hacéis click en Astursalud, al final de la página aparecen unos cuantos documentos interesantes sobre el tema.
2 comentarios:
Vale, esto está muy bien. Y la violencia hacia los niños, hacia los ancianos, hacia los hombres que también existe? Tal vez deberíamos inculcarnos más respeto hacia los demás como seres humanos que es lo que somos.
Efectivamente, es complicado.
Todo esto se puede aplicar a todos ellos, más o menos, Conguito.
Bueno, el maltrato a los ancianos más frecuente es el psicológico, pero eso es otro tema.
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