Aquí está...os contaré mis secretos...
Vale, como mucha gente me pregunta sobre él, y todo el mundo piensa que es complicado, he decidido publicar aquí la receta, así que allá voy, pero ojo, no os sintáis mal porque lo explicaré todo, detalle a detalle, para que no le pase como a alguna amiga mía, que no cuaja o cuaja mal. Éste es el que yo más hago, porque es el más fácil,rápido y sencillo, tras hacer las correspondientes experimentaciones con otras recetas.
Empecemos primero por preparar los ingredientes:
3 huevos
1/2 taza de aceite
1/2 taza de leche
taza y media de harina
1 taza de azúcar
1 sobre de levadura Royal
1 cucharada de ralladura de limón (esto es al gusto, claro)
1/2 taza de aceite
1/2 taza de leche
taza y media de harina
1 taza de azúcar
1 sobre de levadura Royal
1 cucharada de ralladura de limón (esto es al gusto, claro)
Respecto a los ingredientes, hay que recordar que SIEMPRE debe ser la misma medida de leche que de aceite. Es un detalle importantísimo porque suele ser el problema más frecuente que hace que no cuaje del todo, o cuaje mal. Respecto a los huevos, yo suelo hacerlo cuando tengo huevos caseros, de casa mi güela, porque tiene mejor sabor, textura, color,...que hay mucha diferencia vaya...
Otro detalle muy importante es preparar el molde para que el bizcocho despegue bien después de sacarlo del horno: hay que untarlo con un poco de mantequilla o con aceite y luego espolvoarlo con harina o pan rallado. Yo esto lo hago antes de preparar los ingredientes; los libros dicen que una vez preparada la mezcla, ésta no debe esperar por el molde para meterla en el horno, es decir, que hay que hacerlo antes, y creo que es cierto. En una ocasión, una de las primeras veces que hice un bizcocho, se me olvidó hacerlo, así que le pasé un poco la batidora de nuevo a la mezcla por su acaso; al parecer pueden aparecer algunos grumos, como me enteré después.
Vale, comentados estos detalles, paso a la acción: yo primero bato los huevos, la leche y el aceite, y cuando está bien mezclado, añado lo demás, procurando que quede homogéneo y asegurándome de ir limpiando la batidora con una cuchara (a veces se quedan pegadas burbujas de harina).
En este punto, podéis añadir ingredientes al gusto, desde almendras hasta trocitos de fruta; si os apetece que tenga chocolate, tenéis dos opciones: bien derretís unas onzas de chocolate de hacer con un poco de leche y lo añadís a la mezcla, o bien le echáis unas cuantas cucharadas de Cola-cao o similar, pero mejor uno de repostería, claro.
Una vez preparada la mezcla, se echa en el molde todo y al horno 1 hora a 175º. Siendo este molde redondo, es menos tiempo, unos 45-50 minutos aproximadamente, pero eso se puede comprobar fácilmente pinchándolo con un cuchillo o un alambre largo. Si sale limpio, ya está.
Es fundamental no abrir el horno durante ese tiempo, y si hay que hacerlo, abrir una rendija lo más pequeña posible, pues el horno pierde mucho calor. Y si véis que dora más de lo debido antes de lo esperado, le podéis poner un albal encima para que no queme; en general, no deberíais tener ningún problema si lo hacéis como yo os explico.
Una vez bien comprobado que está listo y se saca del horno, hay que desmoldarlo, sin esperar. Si habéis preparado el molde rosquilla como antes os expliqué, es cuestión de darle la vuelta con un plato y listo, sale sólo, así que nos os preocupéis.
Otra cuestión importante, porque el bizcocho debe enfriarse al mismo tiempo por todas partes, queda más esponjoso que si lo dejáis enfriar en el molde (lo he comprobado).
En fin,espero que os quede bien, pero si no es así, no os rindáis, hay que seguir intentándolo hasta que os salga chic@s, merece la pena, es la mejor manera de aprender, así que ¡ánimo! y que aproveche.
Otro detalle muy importante es preparar el molde para que el bizcocho despegue bien después de sacarlo del horno: hay que untarlo con un poco de mantequilla o con aceite y luego espolvoarlo con harina o pan rallado. Yo esto lo hago antes de preparar los ingredientes; los libros dicen que una vez preparada la mezcla, ésta no debe esperar por el molde para meterla en el horno, es decir, que hay que hacerlo antes, y creo que es cierto. En una ocasión, una de las primeras veces que hice un bizcocho, se me olvidó hacerlo, así que le pasé un poco la batidora de nuevo a la mezcla por su acaso; al parecer pueden aparecer algunos grumos, como me enteré después.
Vale, comentados estos detalles, paso a la acción: yo primero bato los huevos, la leche y el aceite, y cuando está bien mezclado, añado lo demás, procurando que quede homogéneo y asegurándome de ir limpiando la batidora con una cuchara (a veces se quedan pegadas burbujas de harina).
En este punto, podéis añadir ingredientes al gusto, desde almendras hasta trocitos de fruta; si os apetece que tenga chocolate, tenéis dos opciones: bien derretís unas onzas de chocolate de hacer con un poco de leche y lo añadís a la mezcla, o bien le echáis unas cuantas cucharadas de Cola-cao o similar, pero mejor uno de repostería, claro.
Una vez preparada la mezcla, se echa en el molde todo y al horno 1 hora a 175º. Siendo este molde redondo, es menos tiempo, unos 45-50 minutos aproximadamente, pero eso se puede comprobar fácilmente pinchándolo con un cuchillo o un alambre largo. Si sale limpio, ya está.
Es fundamental no abrir el horno durante ese tiempo, y si hay que hacerlo, abrir una rendija lo más pequeña posible, pues el horno pierde mucho calor. Y si véis que dora más de lo debido antes de lo esperado, le podéis poner un albal encima para que no queme; en general, no deberíais tener ningún problema si lo hacéis como yo os explico.
Una vez bien comprobado que está listo y se saca del horno, hay que desmoldarlo, sin esperar. Si habéis preparado el molde rosquilla como antes os expliqué, es cuestión de darle la vuelta con un plato y listo, sale sólo, así que nos os preocupéis.
Otra cuestión importante, porque el bizcocho debe enfriarse al mismo tiempo por todas partes, queda más esponjoso que si lo dejáis enfriar en el molde (lo he comprobado).
En fin,espero que os quede bien, pero si no es así, no os rindáis, hay que seguir intentándolo hasta que os salga chic@s, merece la pena, es la mejor manera de aprender, así que ¡ánimo! y que aproveche.
7 comentarios:
¡Ummmmmmmmm!¡Qué buena pinta!
Jo, Mari, se agradece que lo expliques con tanto detallede verdad.
Está buenísimo, lo comprobamos en tu casa cuando nos invitaste a merendar.
Tienes razón, no hay que rendirse!!
Gracias Conguito, pero no creo que te supere.
Vane...tú sigue intentándolo eh?
Si tienes alguna duda, pregunta sin problemas.
¿Pero usted cree, mi estimada supernurse, que con las entraditas con las que nos deleita, puedo tomarme la dieta en serio?
Grrrr...
PD: Bueno , ande ,considerando que me lo va a dejar probar, la perdono...
Por supuesto que te lo dejaré probar querido Tordon, cuando quieras.
De todas formas, no te preocupes, está hecho con leche desnatada y aceite de oliva, y también puede sustituirse el azúcar por la sacarina, aunque reconozco que no lo hice nunca con ésta última.
En fin,...
Puedo atestiguar que el susodicho estaba de muerte. Siempre dije que Mery tiene algo muy importante en alguien que quiere aprender a cocinar: PERSISTENCIA y GANAS. Le pone mucho cariño a todo (no hay más que verla mientras lo hace todo).. y tengo que decir que me encanta todo lo que hace.
GUAPA!!!!.
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