La semana pasada la profesión enfermera escuchaba, no sin cierto estupor, cómo se la incluía en el famoso catálogo de ocupaciones de difícil cobertura de nuestro país (CODC) y esto hizo saltar las alarmas, con múltiples comentarios y críticas desde todos los ámbitos de la profesión.Yo enseguida encontré la respuesta para entender por qué consideran que somos escasas, cuando la realidad está en que son los propios gestores sanitarios los que generalmente no atienden a las demandas reales y no se preocupan por evitar el éxodo de profesionales a otros países que ofertan mejores condiciones. ¿Que no hay enfermeras? ¿Han mirado las listas de demandantes de empleo de los servicios de salud? Como dice una colega en un artículo:
No en vano, a pesar del déficit de enfermeros y enfermeras denunciado desde el Consejo General de Enfermería en los últimos años, la realidad pasa por que la merma en las arcas públicas que está provocando la grave crisis económica a la que nos enfrentamos, está causando estragos en el empleo enfermero. Las bajas no son cubiertas, los contratos no son renovados y las listas de parados vuelven a estar llenas de enfermeros y enfermeras que sólo obtienen acceso a la sanidad pública de forma muy puntual. La sanidad privada, que hasta hace pocos años se las veía y se las deseaba para poder contratar enfermeras, se encuentra con cientos de currículos de profesionales que ya están hartos de esperar su oportunidad en la sanidad pública. Y entonces, ¿por qué el informe CODC establece a la enfermería como profesión de difícil cobertura?. La respuesta es clara: existen determinados puestos puntuales para enfermeras que, por sus características específicas, no encuentran candidatos o son sistemáticamente abandonados por los profesionales que los ocupan. Son, por ejemplo, los ofertados en determinadas zonas rurales o en las islas. Se trata, por tanto, de una falta de cobertura en puestos muy específicos y no de una situación generalizada como parecía entenderse de las informaciones aparecidas en los medios.
La verdad es que mirándolo así se entiende medianamente, porque hay que reconocer que aquí en Asturias a veces les cuesta encontrar a alguien para cubrir un puesto de una zona rural de difícil geografía; y ya no digo nada de los meses de verano, cuando el éxodo de profesionales recién acabados se intensifica por las suculentas ofertas de otros países y la lista de demandantes de empleo se queda a cero, literalmente. Pero esto no ocurre el resto del año, en el que las políticas de contrataciones siempre han sido y son más bien ahorrativas en cuanto a profesionales enfermeros. Y eso que, luego compruebas que, aunque quieran contratar menos gente para gastar menos, teóricamente, acaban gastando más y a lo tonto.
Algo en lo que parecen estar todos de acuerdo en Europa, expecto aquí, es que las enfermeras españolas somos las más y mejor formadas; aunque no lo creáis, se nos rifan en otros países; ya vienen a reclutar antes de que se acabe la carrera desde Francia, Italia, Portugal, Inglaterra,...de tal manera que es tal la emigración que se ha conseguido que el tiempo trabajado en los países miembros de la UE puntúe a la hora de valorar méritos en las bolsas de trabajo.
Y digo que aquí no nos valoran suficientemente porque somos el 6º país de Europa, empezando por la cola, con menos ratio de enfermeras, con 531 por cada 100.000 habitantes, cuando la media europea está muy por encima, 808.
miércoles, 21 de abril de 2010
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1 comentario:
Espero que alguien ponga freno a esta sangría de profesionales hacia otros paises.
Aunque ya se sabe, nadie es profeta en su tierra.
Bss
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